Encontrada, medio quemada y
arrugada, apenas legible por la caligrafía difícil y la tinta gastada –que sin embargo nos permite conocer claramente su autoría, de tanto conocidas-, al ordenar de
nuevo, otra vez, tantas veces, los papeles de don Nicasio, cuando los quehaceres profesionales
y vitales me permiten de nuevo retomar su caso y memoria.
La dejo aquí porque supone
novedad lo que esconden las líneas apretadas, las palabras borrosas; un
episodio quizá tangencial a su caso, o primigenio en el mismo, tornado el
inicial rechazo o imposibilidad en locura amatoria sin reciprocidad. No lo sé.
Y dado que es la primera en las que aparece ese aspecto de su vida, o esa vida
que por fuerza tuvo que llevar al margen de la obsesión que condujo al
desastre, quizá sea difícil saber más, o completar este cuadro que ahora se
abre. La montaña de papeles, carpetas, legajos, cartas y hasta libros dirá.
Hela aquí…
“…BORROSO NOMBRE –quizá A o quizá C-…es muy hermoso eso que dices, muy hermoso de verdad. Hacia tiempo que
nadie decía algo así de mí; de hecho creo que es la primera vez que alguien
dice algo tan hermoso de mi persona.
No creí ser capaz de provocar esas sensaciones en una mujer, y más en
una mujer como tu, tan bella e increíble. Y no se si merecerlo de BORDE QUEMADO…
Yo también me sorprendo muchos ratos acordándome de ti. También te
pienso, en esa expresión tuya que tanto me …palabra ilegible… y …idem…. me gusta. Y sé que es difícil,
no sólo para ti, si no para ambos. Resulta extraño que, viéndonos tan poco,
conociéndonos tan poco,…palabras ilegibles. No se si es real, pero en todo caso
fue mágico.
Pero es cierto que es difícil; duro y difícil. Cada uno tiene sus
circunstancias, distintas y complicadas; sus historias pasadas, y su presente.
….palabras quemadas….no creo
estar preparado, dejando aparte el momento y la situación en que nos hemos
conocido, para ofrecer...borde roto
No quiero por nada del mundo hacerte daño ni, egoístamente, hacérmelo a
mí pensando en una situación que ahora escapa a mis posibilidades por todo lo
que nos rodea a los dos.
Me dio miedo eso que me dijiste de tu angustia; no lo mereces, pues
no puedo darte ahora lo que quieres o quizá
esperas de haberme conocido. Sigo con los estudios y con la mar; pronto
embarcaré y no sé si volveré a recalar por aquí…”
Sin firma, pero el estilo, la caligrafía, la tinta -nuevamente analizada a mis expensas-, y el lugar dónde la encontré no ofrecen duda de la autoría.