martes, 6 de octubre de 2009

...Interruptus

I.

La flor se queja
Incrédula
Que tus labios ya no la tocan;

Ignora que el deseo
Irreverente
Es ahora frío y muerto:

Como el invierno
Habitamos
Días grises y yermos


…y, con la flor, soñamos
Horas lentas e impúdicas,
En el verano febril y lejano.

La flor se muere
Impávida
Sin el calor de tus ojos turquí.

Añora el fuego y el calor;
Necesitamos
Sangre y víscera y luz
Que son ajenas…

Y el batallar y el estruendo y el delirio
…de tu cuerpo vencido
Por la flor incrédula, irreverente y muerta.


II.

Las sirenas y la cópula
Maúllan la noche
Insoportable negra y solitaria.

El crimen y el deseo
Deambulan
Por francos caminos:
Las almas putrefactas y vencidas,
Abandonadas
De amor, honor y gozo.

La noche es metálica y peligrosa
Tras la ventana del dormitorio;
Gritos y jadeos
Fuera, y el horror y el vacío
Aún Dentro.
Insoportable insomne y desgarrada
La noche insatisfecha y malsana;
Tu imagen muerta y agujereada,
suenan sirenas y grilletes
mientras digo:”No fui yo, sólo soñaba”.



III.

Los días de los años a veces
Luminosos tras la ventana y los barrotes;
El catre solitario desde la vejación y la ducha
Y la sangre y la mirada turbia...
Y siempre la noche que es todavía
Horror y vacío
Con tu imagen muerta y agujereada;
y la palabra balbuciente y enloquecida,
de culpa y electrochoque y química;
y el alma húmeda de llanto y arrepentimiento y aún amor…

nota: esta poesía ha sido publicada, con el titulo Un poema de amor, en el librito Caminos Inciertos, del Centro Poético de Madrid.

Soledad

        Soledad. La calle solitaria acompaña mi vigilia húmeda de madrugada y deseo; te busco en todos los rostros te persigo en todos los c...