He malgastado noches enteras
entre la botella y tu ropa interior
-sustraída en una de nuestras despedidas-.
Adicciones insuperables pese a la reunión
de Alcohólicos Anónimos y compañeras
de lechos, bebidas, noches y adicción.
Vuelvo a ti, a tu ropa interior -¿habrá aún piel tuya?-
y declamo estos versos doloridos
-no sé si cumplen la definición-
entre la resaca de tu imagen
el sueño y mi eterna maldición.
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