Hace 70 años...
En el año once, en unas pequeñas vacaciones en tierra polaca –tierra
amada, por la que siento una especial predilección que no sé explicar, ni lo
intento-, visité el Horror, del que ahora se cumplen setenta años de su descubrimiento y liberación. ¡Setenta años! Quizá parecen muchos, pero no lo son. Y
conviene no olvidar; nunca. Más ahora que recorre la vieja y herida Europa un
viento helado, pesado, como de otro tiempo, que alimenta fantasmas
aterradores y peligrosos.
A la vuelta del viaje, conmocionado, escribí esto, que ahora me permito reproducir, en homenaje a los muertos, en especial a los dos que codan el texto: en cumplimiento de su mandato al borde de la fosa común por uno; por el otro, rendido a su lucidez y verbo preclaro.
“Hay una foto colgada en la pared.
Grande, algo borrosa, pues es antigua y está aumentada para observarla mejor.
En blanco y negro.
El frío cala los huesos y el ánimo. En la foto también.
Un andén ferroviario. Famoso, en una vía muerta.
Del vagón, con las puer…
A la vuelta del viaje, conmocionado, escribí esto, que ahora me permito reproducir, en homenaje a los muertos, en especial a los dos que codan el texto: en cumplimiento de su mandato al borde de la fosa común por uno; por el otro, rendido a su lucidez y verbo preclaro.
“Hay una foto colgada en la pared.
Grande, algo borrosa, pues es antigua y está aumentada para observarla mejor.
En blanco y negro.
El frío cala los huesos y el ánimo. En la foto también.
Un andén ferroviario. Famoso, en una vía muerta.
Del vagón, con las puer…