jueves, 8 de enero de 2015

Mínimas escenas y 5

Sigo en la vacación estos días de comienzo del  año, regalos de Reyes y roscón.

Apuro los minutos antes de la vuelta al ritmo diario de labor, la monotonía de la crianza, deberes, actividades,  entretenimientos varios con los que entretejo las horas de las hijas, los momentos del  invierno.

Han pasado las fiestas, disfrute de familia  y amigos; acúmulo de kilos, buenos propósitos,  renacidos deseos, renovadas esperanzas, soñadas aficiones y aspiraciones.

Me asomé al mar, inmutable y ajeno a celebraciones. Inmenso en su soledad y hermosura, grandeza azul y plomo.


Y como todos los años,  me congratulé. Por él, por mí, por nosotros.

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