martes, 26 de noviembre de 2013

Escena y 6, black money.

Apología del trabajo en negro por dos currantes, extranjeros, a mi lado en el bar de todas las esquinas. Tienen que vivir, dicen, o roban o trabajan sin pagar sus impuestos; todos lo hacen, los ricos también y en mayor medida. Claro.

Y la sufrida clase media española, asfixiada por levas, sanciones, tasas por doquier, impuestos crecientes, atada por una mínima nómina, mísera y mileurista, asombrada por el deterioro de los servicios públicos,  la pérdida del poder adquisitivo y  la calidad de vida, desangrada mes a mes y día tras día. Atrapada entre grandes fortunas e insolidarios del dinero oculto, negro y nauseabundo.

Hay que vivir. Por supuesto. Todos.

Lo contrario es inmoralidad y jungla.


Post scriptum; lo oído podía haberlo sido también en la consulta de muchos profesionales  liberales, o en el Consejo de Administración de cualquier sociedad multinacional, en el colmado de la esquina, en las mesas de algún restaurante tres estrellas o en la cola de cualquier sucursal bancaria o… Vale.




No hay comentarios:

Publicar un comentario

Soledad

        Soledad. La calle solitaria acompaña mi vigilia húmeda de madrugada y deseo; te busco en todos los rostros te persigo en todos los c...