No sé si las segundas partes son buenas o propicias
pero quiero seguir
ahogándome en el azul
de tu sonrisa
con una sobredosis de ti
como la droga más dura, adictiva
que me anula y me fascina
abandonado
en el lecho donde nos amamos
descubriendo tu cuerpo nuevo
y el viejo deseo
adormecido entre poemas
alcohol y desvarío
que por ti renace
a la luz y al jadeo
a la risa y al destino.
a la risa y al destino.
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