martes, 3 de noviembre de 2009

Llámalo

El deseo y la verdad, el amor y la carnosidad
El mar profundo y salvaje, acariciando tu cuerpo
El fuego y el gozo, la boca y la sensualidad


El amor salvaje e intrépido, y quizá obsceno;
La calma y los siglos, el susurro y el silencio
Y también el grito alegre y desbocado


El calor y la sal y de nuevo tu boca atrapada por el mar
El hueco de tus pechos que cobija la flor irreverente
Y la carne deseada, soñada y candente

La mirada honesta, sincera y fresca
El saber eterno y viejo
de griego, romano y aún mediterráneo


La palabra cercana, precisa y el silencio necesario
La locura correspondida y abandonada
Y el suspiro, la risa y el orgasmo


El sueño húmero y lúcido
real; la viva carne deseada
por la boca, la lengua y el sexo


El juramento y la ley y el fuero
Y la libertad y el mar y el grito
De amor, deseo y locura…

…por la llamada insistencia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Soledad

        Soledad. La calle solitaria acompaña mi vigilia húmeda de madrugada y deseo; te busco en todos los rostros te persigo en todos los c...