lunes, 24 de mayo de 2010

Menguando

Estos días de crisis y primavera, de proclamas gubernamentales de calma y resignación, contestadas con desigual fortuna y fortaleza por oposición y súbditos, sufro una extraña mimetización con el país. Éste mengua a pasos agigantados en presencia económica y política allende fronteras, donde se decide el porvenir y la dicha, retrocediendo en musculatura económica y eso que llaman estado del bienestar -que haberlo en estos lares se supone, de no visto-, llenando comedores sociales y oficinas de empleo, y hasta Iglesias de rezos y preces, pues la gente busca resignación y consuelo donde le dejan, llenando el alma de calma y esperando hacer lo propio con estómagos y bolsillos.
Y yo sigo adelgazando merced al humo y a la lechuga, voluntarios compañeros estos días de jornada y paseo, menguando peso y kilos y quizá anticipando la crisis de los cuarenta, no sé.
Pero lo cierto es que yo quizá algún día puedo saltarme la dieta y capear el día con manjares y viandas; el país no tanto, por ausencia e incapacidad, me temo.
Insistiré en la dieta, por solidaridad con compatriotas y entrenamiento futuro, por lo que pudiera pasar. O sea.

1 comentario:

  1. Más vale que vayas relajando ya la lechuga, porque de seguir así se te recordará como el espiritu del Gaviero.
    Un abrazo.

    P.D: El dibujo, lo he hecho yo, aunque sigas sin creertelo, y cuando quieras te lo demuestro en ante tus ojos.

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