domingo, 30 de diciembre de 2012

Lecturas y 22, madrugada

Me levanto
en cama ajena y desconocida.

La mujer se asea en el baño
y alaba mis dotes amatorias.

Le agradezco su mentira
yo también le mentí
al decirle que la quería.

Declino el desayuno común
prefiero el paseo por calles grises y mojadas
de domingo invernal y solitario.

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