La rabia
de tu ausencia
consume paciencia
lucidez
esperanza.
Día de invierno
y sol
un respiro a los
helados
recuerdos.
Tomo mi café
en mi bar de todas
las esquinas;
suenan canciones
extrañas, lejanas.
Un tipo gordo
baila alocado
coreado por las
camareras rotundas
que sonríen
invitando
a un paraíso
lejano.
Pero yo no bailo
ni sonrío
ni busco hurí
de mi valhalla particular
tan sólo sentir
y soñar
con el azul de la
mar.
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