miércoles, 12 de febrero de 2014

Lecturas y 45, quarta confessione

En tus brazos he sido
como el héroe que soñé de niño
sin importarme si era mentira
si era tu escenario.
Tu vientre mi refugio
tu risa mi colmado
tu palabra mi música
mi alimento tus labios.

Estuve vivo a tu lado
perdido en tu cuerpo y por ti encontrado
inmortal en tu ¿fingido? orgasmo,
dichoso en tu regazo,
sin importarme el mañana ni el ocaso.
Consciente que quizá tu vientre,
tu risa, tu beso, tu fingido orgasmo
no eran reales
sólo ficciones de otro teatro impostado.








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