Confieso que sigo mirando a hurtadillas
las fotos en que posas con tu elegante ropa interior
-o sin ella-, anunciando
el reclamo de tu piel suave
y tu sexo prometedor.
Soy un voyeur oculto, irrecuperable
seguidor de tu asombrosa transformación;
en algunas pareces un niña, en otras la diosa del salón;
eres morena, rubia, pelirroja,
una gatita mimosa, un volcán en erupción.
En muchas reconocible apenas
por tu mirada verde, tu pubis tatuado
o esas hojas de tu espalda que invitan a la perdición.
Son fotos muy profesionales sin duda,
algo retocadas de photoshop,
pero en todas falta lo que te hace única,
tu sonrisa
el dulce acento de tu pasión.
Sin palabras..
ResponderEliminarGracias por el comentario, pero no se si lo de "Sin palabras.." es por malo, bueno, mediopensionista, increíble, anodino, estúpido, irreal, "parece mentira", horrible, impropio, "anda que" o cualquier otra palabra o palabras.
ResponderEliminarO si efectivamente es que no merece ninguna.
Saludos