La gaviota, quieta,
colgada del cielo
es lo único vivo entre mi cofia
y el horizonte.
He sucumbido a los piratas
ron, ron, ron
quince hombres en el
cofre del muerto
y una botella de ron…
He pedido ser arrojado a la mar
envuelto en tu pañuelo multicolor
pero me pasaron por la quilla
pasto de tiburón.
El mar, uno cualquiera, es mi vida,
el viejo velero,
roto, astillado, el féretro en el que navego.
El dolor y la quieta gaviota
mis únicos compañeros.
Soy errante en un mar cualquiera.
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