Aun confieso
las lecturas de los halagos a tu cuerpo y a tu arte
porque no puedo
sin mas olvidarte.
Las voces te cantan y te glorían y te elevan
y te describen precisas y descarnadas
una sola de las mil que seas
y aunque las manos te recorran y te deseen
y las bocas te muerdan y te besen
y tu cites precisa a King y yo mienta
recuerda
que yo te vi, cien, mil, cien mil
hermosa y muerta.
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