rosas achampanadas como el frío centroeuropeo
en el que te imagino;
Y sigues ausente
sin sospechar como late mi corazón
en tu presencia distante y altiva
apenas palabras, apenas miradas
apenas nada.
Morirán las flores, marchitarán
como mi voz y mi canto
serán polvo
ni recuerdos del latido aquel
que las envió
en silencio apenas roto por estos versos
escasas palabras, estúpidos sueños.
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