Mujer, esposa, madre.
El niño sonríe en tu regazo
Completándote.
El mar te sonríe;
Otro mar, otro sabio.
Lloro en la distancia.
En el supermercado
normalidad de marcas blancas.
El fuego te corona.
Rugen los motores
pasa el tranvía.
La línea comunica el amor.
La cama es inmensa
para la soledad o el coito.
Dos corazones en mi ciudad del Atlántico.
El bochorno nos derrite
me leen la mano y el romero.
Demuéstralo toda la noche.
Salto la valla en las carreteras de trueno
Tengo cuarenta años.
Comulgo.
Yo también siento el hada
verde de los bohemios.
Pide más fuerza, más ímpetu.
El tipo del escenario canta
y toca la banda de la calle E.
Hay lágrimas en el rostro
veo
aquellos maravillosos años.
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