viernes, 28 de septiembre de 2012

Azul



Me he encontrado, leyendo un sesudo estudio sobre la mítica película Casablanca, de Michael Curtiz, el párrafo que reproduzco a continuación.

Los escasos lectores de estas letras mías sabrán la predilección que en mis pequeños versos y mínimos textos tiene  la palabra “azul”, que es rima difícil y complicada, pese a lo cual la utilizo profusamente en unos y otros, y es inspiradora de gran parte de mis ocurrencias y divagaciones.

Palabra que define el quinto color del espectro solar.

Hasta ahora no había sabido plasmar el motivo de esta querencia mía con la profundidad apropiada, tal y como la siento a veces cuando la utilizo negro sobre blanco.

Renuncio a hacerlo y hago mías las letras que siguen, escritas por J.A. González Casanova en su libro Casablanca, Una historia y un mito, Editorial Kairos. Aunque no escritas por mí, las suscribo plenamente, y las acepto como explicación erudita a mi natural predisposición al azul. Son la explicación del autor a la fantástica frase-una de tantas- que Rick-Bogart le dice a Ilsa-Bergman cuando, recordando su separación en Paris, dice: “Los alemanes vestían de gris y tú ibas vestida de azul”.

Pues bien, dice González Casanova: “El azul es el color más profundo e inmaterial, frío  y puro. Entrar en “lo azul” es pasar al otro lado del espejo (más allá del narcisismo) igual que el pensamiento consciente pasa al inconsciente. El azul  absorbe las contradicciones y las alternancias de la vida porque el azul  no pertenece a este mundo, sino a la eternidad tranquila y acabada, sobrehumana. El azul  expresa un movimiento en distancia, de ironía, que conduce al hombre al infinito: un deseo de pureza y una sed de lo sobrenatural. En los muros de las necrópolis egipcias se dibujaba en azul los juicios de las almas, pues este color era el color de la verdad: simbolizaba la muerte.
Pero sobre todo el azul es el color de los Campos Eliseos, del Edén, simboliza lo Femenino…

El azul es el color de los dioses del cielo romano, y para el Tao-te-king chino significaba lo no manifestado, así como para la mística islámica es el color que simboliza la certeza de la intuición, y el alma vital de hombre. Para Jung, en fin, el azul es el color del Cielo, el Espíritu y del pensamiento.”

Lo único que se me ocurre añadir es que el azul es el color del mar, ese viejo sabio que me acompaña en mi deambular y soñar.

Ya tengo, pues, explicación para mi ilusión/visión. 

Satisfactoria.



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