I.
Te he amado
al fin
en la mar de los romanos.
Besé tu vientre
y con Ulises
encontré mi casa.
Resultó ser la orilla de una playa
y comprendí
que el hogar del héroe
es su amada.
II.
Te amaba torpe e inseguro
atenazado por el mar, el pudor y el bikini.
Te daba miles de besos
alojado en tu boca y en tus pechos.
Te deseaba creciendo mi hombría
entre risas y jadeos olvidados.
Tus formas de mujer
escapaban entre mis inexpertas manos.
Te pido perdón.
Pero tengo excusa: pensé que sólo serían sueños.
III.
La felicidad era esto
mi boca en tu vientre
el susurro del mar
palabras en lengua extranjera
tus labios salados
y el eterno azul de tu mirar.
Llorar como un niño
siete días de agosto
en la orilla de la mar.
IV.
Tus palabras me vienen susurradas
por el mar y sus olas.
Las escucho con atención.
Soy el alumno aplicado
el aventajado de tu amor.
v.
Toda mi vida sentí
que como la rosa era tu amor
sangre roja perfumada
y espina.
Hoy sé que es jazmín
blanco perfume tu sabor.
Y vuelvo a él
en el sueño de agosto
mutando el dolor en vida.
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