miércoles, 9 de enero de 2013

De las preces


                                  A Pedro Amador Carlos,  poeta y amigo.


Tu  oceánica lucidez
iluminó nuestros juramentos
y  tu verbo preciso y claro
adornó los humos manchegos.

Llegaste desde tu patria
pampa, tango y bandoneón,
hastiado de la política ficción
y tu elegancia gardeliana
conquistó al punto nuestro corazón.

Es tu patria mala tierra
si dejó escapar tan alto poeta.
Ella te perdió
nosotros te ganamos;
por una vez, me alegro de la sinrazón.

Ahora luchas, amigo,
en una batalla cruel y violenta.
Quizás tus bagajes –y los míos-
sean impropios para esa guerra.
Pero te los ofrezco sincero:
no hay más honor que compartir trinchera
con tan buen caballero.

1 comentario:

  1. Muy hermoso y bien retratado el hombre que traía la brisa porteña, el verso amable y la faz sincera.
    Alta la frente, mirada limpia y un acervo de sabiduría impropio de estos tiempos de regocijo en el lodo de la ignorancia.
    Y sin embargo, la Humildad y su Generosidad por bandera.

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