Aunque la noticia tiene sus días, yo aún no me he recuperado
del malestar, el desánimo, la tristeza…
Para los que admiramos al autor,
y queremos a su criatura como ese hermano mayor
al que seguir, o ese compañero de trabajo insustituible, o ese policía al
que acudir en los momentos de zozobra y peligro, pese a su nostalgia, su melancolía,
sus momentos de malos modos, su soledad, la angustia de su vida…
Para los que hemos crecido, y creído,
en el mundo de la Literatura Negra –sí, con mayúsculas - de la mano del entrañable
policía de Ystad; para los que pese a no conocer Escania la consideramos como
nuestra casa, y ahorramos la pequeña nómina para el sueño de ir al apartamento
de Mariagatan 10; los que pasamos mejor
los seis meses de inmovilización de aquella lesión del tendón de Aquiles postrados
en cama gracias a la palabra y bonhomía que rezuman los hermosos libros de sus
aventuras…
...la noticia es pésima, abrumadora,
increíble.
¡Animo Henning, ánimo Kurt!
Mis mejores deseos, ojalá podáis
volver a mirar la belleza y serenidad de ese mar vuestro que es tan viejo y
sabio como este mío de los romanos, desde el que os admiro y os quiero.
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