I.
Los lentos minutos se desgranan
en la tarde;
tú trabajas
y yo sueño.
II.
Estoy en mitad de la vida
sin ganas de lucha
con la voz dormida.
Recorro las calles como autómata
solitario y asombrado
de no encontrar más que despojos
de mi mismo.
Busco y no encuentro al niño
que fui, al joven que sentí,
al hombre que soñé.
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