I.
Los momentos a tu lado no volverán.
Lo sé.
La vida en ellos fue mi única realidad;
las curvas de tu cuerpo
el sabor de tu piel
la vieja habitación,
tu lágrima y tu risa.
tu lágrima y tu risa.
Allí quedé.
Llámame insensato, enajenado.
¿Qué me importan los apelativos?
¿Qué necesidad de verdad?
Nada.
Allí quedé.
II.
La noche llega pronto;
la mar es gris y plomo.
Te veo en brazos de otros
me ahogo en la negrura y la profundidad.
Errante y pequeño
soy en la noche y la
mar.
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