miércoles, 17 de febrero de 2016

Retrato en Polaroid

Varados
como pecios en la playa
resistiendo
la mar  y el viento.
Así estamos
tu y yo.

Jadeantes maratonianos del amor
recorremos años y versos
aun sabiendo que la meta
empapelada de fotografías en blanco y negro
no es mas que escasos besos
algunos días de lecho y fiesta
y lejanos sueños incompletos.





jueves, 4 de febrero de 2016

Paseo

Lluvia en la ciudad de invierno, calles solitarias y melancólicas. Vestida de colores grises y silencio. Furtivos paseantes solitarios, llora el cielo. La vida se repliega en cafés y hogares, lucen escasos paraguas y abrigos. Lenta tarde de plomo y abandonada.

Arropado por el sombrero y la pipa, humeando tabaco claustral y antiguo, camino y pienso.

Deambulo sin rumbo por aceras y parques,  otro tanto por pensamientos y sentires.

Abandonado. Los árboles desnudos, la luz de los escaparates que reflejan mi anacrónica imagen, los sonidos de los bares de todas nuestras esquinas, el  triste quiosco en el que ojeo la prensa diaria. Es la compañía en el paseo de invierno. Soledad.

Momentos propicios para la reflexión, esta época de zozobra nacional, también personal, de alarde por lo hecho, de sueños por venir. Días de incertidumbres.

Camino con paso incierto por mi cuarta década, a medio cumplir. Dejo atrás amigos perdidos, trabajos soñados y lejanos, fracasos académicos, enemigos olvidados, amantes insatisfechas, otras imposibles, muertos varios, infancia feliz, una adolescencia anodina y quizá perdida…

Con el rostro mojado, mezcla de lágrimas y lluvia. Otro invierno más, otro año más.

Y miro al frente.

Camino por aceras y parques, una tarde de invierno en la ciudad.

A ratos triste, a ratos insatisfecho, pero sé que aún tengo la limpia mirada de dos niñas por acompañar, la pura vida de sus risas; tal vez el amor de una mujer, los libros por leer, los pequeños versos por escribir, el eterno azul de la mar…

Hombre solitario y soñador,  que deambula bajo la lluvia.








lunes, 1 de febrero de 2016

Chanson

Otra tarde más en el invierno
otras horas más en tu sueño;
prefiero tu risa y tu cálido cuerpo
que las hojas frías y el acero.

Sigo escribiendo mínimos versos
y dibujando pequeña palabras
no siento más que en el azul recuerdo
mientras Brassens canta

il n´y a pas d´amour heureux.

domingo, 24 de enero de 2016

Minucias

I.
La luz
la eternidad.
Un disparo;
nada más.

II.
Sigo insistiendo en el verso
inspirado en la mar
y tu cuerpo;
única realidad.

III.
Oigo la radio
flamenco, bachata, cha cha chá;
miro mis pies de plomo
y sueño contigo bailar.

IV.
Suena el teléfono
con insistencia;
no eres tú
sólo maldita publicidad.

V.
Navego en la vieja mar
saltan delfines y vuelan
los peces espada y el cormorán
el humo de la pipa baila en la jarcias
y tremola el pendón, azul y sal.
El pequeño velero surca el agua
empujado por el dios del viento
que aquí es levante romano, fenicio y griego.
Dos hombres se afanan en los cabos
y la amistad
mecidos por la vida, el humo y la mar.






lunes, 11 de enero de 2016

Tarde

Vuelvo a mi bar de todas las esquinas, que tenía abandonado y seco. Lo encuentro más solitario, gris y melancólico.

La camarera de formas rotundas que alegraba la vista y el espíritu a los parroquianos –supongo y deseo para alguno además el cuerpo y la vida, de palpar y soñar-  ha sido sustituida por otra diríase efigie de Giacometti, línea vertical y andrógina como el sino de los tiempos, que sonríe lánguida y apagada, anodina, acorde con la decoración y el ambiente.

Acompaño el café con el humo de mi pipa, congelando el ánimo en la terraza habilitada, iglú de los políticamente incorrectos y apestados, léase fumadores.

A mi lado, dos jóvenes trasquilados y andrajosos –primera acepción- lían cigarrillos y emiten proclamas, esas que gobiernan ahora la nación, otrora España.

El humo de la pipa, azulado, dulce y guasón, acompaña mi sonrisa.

En el otro extremo, una mesa de pensionistas –o viejos por mejor decir- canta los tantos y trasiega el coñac, que será brandi por mengua de pensiones y emolumentos  o costumbre anquilosada y poco original, patria en todo caso.

El televisor, al que nadie presta atención, escupe noticias del mundo rosa, o del planeta balompédico, tanto da, amnesia de conciencias, adormidera de opiniones y lamentos.

Otra tarde más, en mi bar de cualquier esquina. Exhalo la pipa, que convierte la primera en segunda acepción, y emborrono la hoja en blanco de mi nueva moleskine, única patria en la que me reconozco y resguardo. Busco las palabras y las imágenes, y compongo versos insignificantes, mínimos, que adornan la vida, acompañando el café, el humo, el sentir.

En su compañía transito los días de trabajo, las noches de sueños, las madrugadas de insomnio, armando la existencia sin esperar más que una sonrisa de las personas queridas, un párrafo que estremezca el alma, un verso que justifique la vida, una mirada que alimente el alma.





jueves, 7 de enero de 2016

Propósitos y enmiendas



Comienzo de otro año

propósitos nuevos, nacimiento

de sueños, anhelos.

El calendario impone su rutina

y, como todos, miro al futuro

y siento.

Leer, más; escribir, mejor –o bien-

sentir

vivir.

Navegar, quizá, en mi propio velero

amar, al fin, en la mar.

Propósitos sublimes

enmiendas –a mi vida- prosaicas.

Dormir ocho horas, perder diez kilos

cuidar el maltrecho cuerpo

mimar la febril alma.

Publicar mi nuevo libro

-escrito está-

reír,  viajar, soñar.








miércoles, 2 de diciembre de 2015

Noticias de N

Encontrada, medio quemada y arrugada, apenas legible por la caligrafía difícil y la tinta gastada –que sin embargo nos permite conocer claramente su autoría, de tanto conocidas-, al ordenar de nuevo, otra vez, tantas veces, los papeles de don  Nicasio, cuando los quehaceres profesionales y vitales me permiten de nuevo retomar su caso y memoria.

La dejo aquí porque supone novedad lo que esconden las líneas apretadas, las palabras borrosas; un episodio quizá tangencial a su caso, o primigenio en el mismo, tornado el inicial rechazo o imposibilidad en locura amatoria sin reciprocidad. No lo sé. Y dado que es la primera en las que aparece ese aspecto de su vida, o esa vida que por fuerza tuvo que llevar al margen de la obsesión que condujo al desastre, quizá sea difícil saber más, o completar este cuadro que ahora se abre. La montaña de papeles, carpetas, legajos, cartas y hasta libros dirá.


Hela aquí…

“…BORROSO NOMBRE –quizá A o quizá C-…es muy hermoso eso que dices, muy hermoso de verdad. Hacia tiempo que nadie decía algo así de mí; de hecho creo que es la primera vez que alguien dice algo tan hermoso de mi persona.
No creí ser capaz de provocar esas sensaciones en una mujer, y más en una mujer como tu, tan bella e increíble. Y no se si merecerlo de BORDE QUEMADO
Yo también me sorprendo muchos ratos acordándome de ti. También te pienso, en esa expresión tuya que tanto me palabra ilegible… y …idem…. me gusta.  Y sé que es difícil, no sólo para ti, si no para ambos. Resulta extraño que, viéndonos tan poco, conociéndonos tan poco,…palabras ilegibles. No se si es real, pero en todo caso fue mágico.
Pero es cierto que es difícil; duro y difícil. Cada uno tiene sus circunstancias, distintas y complicadas; sus historias pasadas, y su presente.

….palabras quemadas….no creo estar preparado, dejando aparte el momento y la situación en que nos hemos conocido, para ofrecer...borde roto

No quiero por nada del mundo hacerte daño ni, egoístamente, hacérmelo a mí pensando en una situación que ahora escapa a mis posibilidades por todo lo que nos rodea a los dos.

Me dio miedo eso que me dijiste de tu angustia; no lo mereces, pues no  puedo darte ahora lo que quieres o quizá esperas de haberme conocido. Sigo con los estudios y con la mar; pronto embarcaré y no sé si volveré a recalar por aquí…”


Sin firma, pero el estilo, la caligrafía, la tinta -nuevamente analizada a mis expensas-, y el lugar dónde la encontré no ofrecen duda de la autoría.




Soledad

        Soledad. La calle solitaria acompaña mi vigilia húmeda de madrugada y deseo; te busco en todos los rostros te persigo en todos los c...